martes, noviembre 25, 2003

ANHELO
Hoy pensé en tus labios,
en su melodía que lo llena todo,
en su color diáfano que ilumina la vida;
en la humedad que invita a no moverse;
en su aliento cálido que deseo respirar

Hoy pensé en tus labios,
que se movían,
que cantaban.
Labios de mujer perfecta.
Labios juveniles con sabor a frutas

Hoy soñé y
por primera vez en mucho tiempo
el deseo de huir cesó.
Dormí en ellos, en su suavidad, en su candor.
?Por favor no te muevas!,
déjame dormir la noche de la inocencia.

Adiós labios, su voz se hace murmullo y
su eco muere atravesado
por lo que el destino cruel,
escogió para ser recuerdo.

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