jueves, junio 23, 2005

No me sigas por favor. Esta noche quiero recorrerte solo. Quédate quietecita. Si quieres puedes observar.

lunes, junio 20, 2005

La semana promete quitarme tiempo. ¿Tiempo para que? Tiempo de ocio.

No tendré tiempo para tirarme en un sillón de mi departamento y acompañarme de unos cacahuates y una cerveza. No tendré tiempo de rascarme la cabeza, la ingle, la oreja y la nariz, justamente en ese orden.

Acabo de caer en la cuenta que son esos olores los que inspiran. ¿O nos transportan a nuestra verdadera humanidad?

martes, junio 14, 2005

Mi cuerpo comienza a perder su belleza. No es que haya tenido un cuerpo atletico, ni que con él haya logrado grandes hazañas. Lo que pasa es que alguna vez hice las paces con él y logré que me gustara como era. Delgado de las piernas a las manos, tez blanca, barriguita, muslos fuertes pero chorreados, nalgas voluminosas y también caidas. Mi rostro con la cicatriz en el labio superior por un accidente de infancia. Cabello negro intenso, agradable al tacto por su suavidad. Una frente muy expresiva, se adelanta a emitir juicios del mundo antes que mi mente haya formulado una idea objetiva.

Hoy inicié esta reflexión porque pude contar una decena de vellos que han salido en los lugares más lampiños de mi cuerpo. Observé unos lunares rojos que aparecen aleatoriamente sobre la piel provocándome un poco de temor. Los pelos de mis cejas comienzan a crecer sin uniformidad, matizando mi mirada de una extraña locura. Y que decir de los pelos en los lóbulos de las orejas o de la nariz, gruesos, torcidos, extraños.¡¡¡¡Carajo!!! Tengo 34 años y ya me preocupan esas cosas.

Pero lo más triste sería, que por arrogancia "juvenil", me perdiera de observar el cambio sutil que ha iniciado. No quisiera llegar un día al espejo y con extrañeza preguntarme cuando me hice viejo.

lunes, junio 06, 2005

Lo acepto. Soy machista. Me lo confirma mas mi asombro ante las cosas que van en contra del status quo que mis acciones.

Defiendo la igualdad de oportunidades para hombres y mujeres en todos los ámbitos salvo cuando estos dos géneros se encuentran, es decir, a la hora de las diferencias inherentes a nuestra sexualidad: menstruación, eyaculación prematura, problemas de erección, libertad de decisión para el aborto, concepción, etc. Creo que sido respetuoso de las igualdades y diferencias de género en las acciones. Podría decir que mi conciente está por encima de mi subconciente a la hora de actuar. Pero mi subconciente todavía vive en los 70s

Ayer asistí a un recital de canto organizado por la esposa de un amigo mío, quien es maestra de canto. Fui parte de la audiencia de un evento que costó poco más de 45 mil pesos tan solo para pagar el uso de las instalaciones del teatro, eso sin contar salarios de mucha gente que trabajó como voluntaria. El evento incluia 30 canciones donde los estudiantes no solo interpretaban las canciones del programa, sino que tambien bailaban, actuaban, sonreían, se movían entre canción y canción dando paso, de manera muy profesional, al siguiente intérprete.

El espectáculo duro casi dos horas y media y escuchamos, desde composiciones de ópera hasta algunas de broadway pasando claro está por algunas canciones escritas por las mamás de algunos de los incipientes artistas. El resultado de horas de esfuerzo fue una tarde de reflexión: "en este rancho se hacen muy buenas cosas y yo conozco a una mujer que es capaz de hacerlo de manera muy profesional."

En medio de la penumbra del lugar, asombrado por lo que vi, pensé en todos los detalles que hay que resolver. Enumero: más de 30 intérpretes, un staff de traspuntes, micrófonos, vestuario, escenario, luces, selección de canciones, transición entre canciones, pasos de baile, reverencias al público, programas con las canciones, boletaje, promoción e invitaciones, pagos al inmueble, cobrar a los papás que quieren de antemano sus boletos para regalarlos, lidiar con papás que quieren el protagónico para su hijo amateur, etc.

Imaginé todo esto y pensé que chingona mujer, ella, la esposa de mi amigo y en ese momento me asaltó la imagen de él encargado de sus hijos mientras ella tenía a su cargo toda la organización del evento. Él, que tambien trabaja y tiene su negocio para traer la mayoría del sustento de aquella casa. Un hombre que ya no veíamos los fines de semana porque estaba en casa cuidando a sus retoños. Me asombré de mi asombro. Admiré a los dos, hombre y mujer, trabajando juntos.

Cuantas parejas hay así en este país, en esta ciudad, deben de ser pocas. Vivimos en un sociedad donde la mujer se está emancipando pero a costa de, muchas veces, quedarse sola porque ahora los hombres respetamos a las mujeres chingonas pero las dejamos solas, nos asustan.

Que caso hay en llamarse feminista si, al momento de conocer a las mujeres capaces, nos alejamos temerosos de ver nuestra casa tomada por una mujer que puede opinar con motivo y razón. O que puede salir a realizar una empresa como la que ví el día de ayer y tener que quedarse en casa cuidando a los hijos.