miércoles, marzo 31, 2004

Se agotaron las negociaciones,¿o fue la paciencia la que terminó? Nos vamos a juicio. Van a empezar los gritos, las amenazas, el odio.

Van a continuar las noches en vela

martes, marzo 30, 2004

Estoy en la etapa final. No sé cuanto más falta para que termine. Sólo me queda esperar con paciencia.

Paciencia es lo que he aplicado durante lo que para mi, han sido cuatro etapas:

    1. Aceptar en mi interior que ya todo terminó. Dejar de luchar porque las cosas funcionen porque ya no hay más por hacer. Esta etapa es la más triste. El silencio se apodera de la conversación de la pareja

    2. Hablar del fracaso. La decisión ha sido tomada por uno de los cónyuges y falta comunicarla a la pareja. Es estar congelado en un sillón de la sala, convenciéndote a ti mismo para ir a la recámara, donde esta tu pareja, y decirle que deben hablar. Hay que romper el silencio de alguna forma mientras el tiempo se escurre.

    3. Salir del hogar. Alguien se queda, alguien se va. Quien se queda observa la espalda de quien prometió amor eterno. Quien se va lleva el peso de la puerta que se cerrará por última vez.

    4. La firma. Todo puede pasar tras la salida del hogar hasta el día de la firma. Un sube y baja de emociones. Puede terminar rápido, puede durar años.

lunes, marzo 29, 2004

El acuerdo estaba redactado. Tras 4 semanas de negociaciones entre abogados, los términos estaban terminados. Allí se reflejan mis pretensiones iniciales y tus esfuerzos por mejorar las condiciones a tu favor.

Mientras leo el documento frente a mi abogado, el futuro se presenta ante mis ojos. Sé que voy a hacer un esfuerzo muy grande para cumplir con lo pactado. Hace un mes me creía capaz de tal empresa.

Llevo una semana sin dormir bien. Despierto sudando entre sábanas ligeras y una noche agradable y estrellada. El presente es prometedor, pero el futuro diáfano no hace su parte y dudo.

¿Es justo, tras tanto esfuerzo, discusiones y honorarios de abogados decir que no quiero firmar este acuerdo?

miércoles, marzo 24, 2004

Seguimos sin ponernos de acuerdo. A estas alturas ya no podemos sostener una platica civilizada. Con solo oir la voz del otro, la ira aparece. Ayer, cuando escuche tu llamada telefónica, tuve el primer deseo de colgar por miedo, sabía que venían más problemas. Mientras mas te escuchaba algo comenzó a surgir. Te dije que hablaras con mi abogado. Fue mejor. Puedo complicar más las cosas.

jueves, marzo 18, 2004

Hay tres formas de hacerlo:

1. La via administrativa. Solo firmemos y en cuestion de minutos todo esta terminado. Lo nuestro cumple con los requisitos ya que no tenemos hijos, ni propiedades
2. La via voluntaria. Antes de firmar pasemos por el doloroso proceso legal de vernos dos veces, con un juez de por medio, quien intentará convencernos de regresar. Pero a veces hay dudas.
3. La via necesaria. Que un juez decida ya que tu y yo no nos pudimos poner de acuerdo.

La primera es rapida, pero costosa. Requiere que los dos estemos de acuerdo.

La segunda es dolorosa aunque más económica. Nos puede tomar unos cuantos meses.

La última es violenta a ratos, pero lenta la mayoría del tiempo. Es una prueba de resistencia que puede durar mas de un año. Tambien nos va a salir cara

martes, marzo 16, 2004

El silencio sigue. No sé que esperar. De repente suena el teléfono. Es mi abogado, comienzo a temblar. ¿Que noticias me tendrá?

viernes, marzo 12, 2004



Un minuto de silencio por las victimas del atentado terrorista en España

martes, marzo 09, 2004

Una triste sentencia

Recordé la promesa que hicimos hace tantos años. En aquella noche lluviosa: el juez de paz, nuestros amigos y un par de enamorados que creyeron sostener el deseo que ardía en sus cuerpos.

Recordé aquel momento tras leer tus pretensiones legales y sentir unas ganas locas de destruirte. Mi abogado me explicó la gravedad de los términos de ley plasmados en el convenio. No podía creer que tu quisieras todo eso. De seguro, tu pensaste lo mismo cuando viste mi propuesta. Los abogados son implacable con los términos, odian las malas interpretaciones y se expresan con frialdad sobre los acuerdos, contratos y promesas.

No te culpo por querer chingarme. Yo tengo que hacerlo también. Nos tiraremos el uno sobre el otro con las fauces abiertas. Es un solo intento, una vez que el juez dicte sentencia será difícil dar marcha atrás. Debemos mordernos con fuerza, sostener la quijada tensa y no soltar aunque creas que has ganado, el rival podría estar fingiendo y en un descuido tener un contra-ataque mortal.