martes, marzo 30, 2004

Estoy en la etapa final. No sé cuanto más falta para que termine. Sólo me queda esperar con paciencia.

Paciencia es lo que he aplicado durante lo que para mi, han sido cuatro etapas:

    1. Aceptar en mi interior que ya todo terminó. Dejar de luchar porque las cosas funcionen porque ya no hay más por hacer. Esta etapa es la más triste. El silencio se apodera de la conversación de la pareja

    2. Hablar del fracaso. La decisión ha sido tomada por uno de los cónyuges y falta comunicarla a la pareja. Es estar congelado en un sillón de la sala, convenciéndote a ti mismo para ir a la recámara, donde esta tu pareja, y decirle que deben hablar. Hay que romper el silencio de alguna forma mientras el tiempo se escurre.

    3. Salir del hogar. Alguien se queda, alguien se va. Quien se queda observa la espalda de quien prometió amor eterno. Quien se va lleva el peso de la puerta que se cerrará por última vez.

    4. La firma. Todo puede pasar tras la salida del hogar hasta el día de la firma. Un sube y baja de emociones. Puede terminar rápido, puede durar años.

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