lunes, junio 20, 2005

La semana promete quitarme tiempo. ¿Tiempo para que? Tiempo de ocio.

No tendré tiempo para tirarme en un sillón de mi departamento y acompañarme de unos cacahuates y una cerveza. No tendré tiempo de rascarme la cabeza, la ingle, la oreja y la nariz, justamente en ese orden.

Acabo de caer en la cuenta que son esos olores los que inspiran. ¿O nos transportan a nuestra verdadera humanidad?

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