lunes, julio 12, 2004

Debo permanecer mudo, de brazos cruzados y sentado en la acera. Debo escuchar tu llanto que escapa por la ventana entreabierta, cerrando con fuerza mis puños.

Tu sufres pero tu sufrimiento le pertenece a otro. Al menos eso dice la ley. Al menos así debemos jugar para que las reglas no se pongan totalmente en nuestra contra.

Yo acá abierto de piel. Tu allá abierta de alma. Yo no puedo hacer nada mas que esperar

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