domingo, octubre 03, 2004

Y estoy en la oficina. Y creo que no voy a aguantar mucho. Y reflexiono sobre la vida de Tom, Tomás.

Cuantas personas son como son, tan solo porque nadie tuvo la paciencia para explicarles que había algo que no estaba bien en sus vidas. Años después, estas personas voltean a ver sus huellas en el tiempo para descubrir que no hay nada.

O deambularon como fantasmas o escogieron caminos de concreto.

O peor aún: no han avanzado nada

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