martes, marzo 22, 2005

Solo cinco minutos por favor. Mi subconsciente y mi conciente decidieron bailar esta tarde ocupada. El primero recuerda toda mi vida, el segundo solo lo que necesita para vivir. Ignorarse el uno al otro es oscuridad. Memoria sin sino. Pragmatismo con rienda suelta. Uno y otro se buscan, se tocan. Se perciben tan diferentes, a veces rivales, a veces amantes de una noche..

Solo cinco minutos. Un alto. Esta danza me provoca vértigo. Me pregunto cuando caeré. Tan sólo quiero sostenerme en este remanso de paz. Dentro de unos segundos me partiré otra vez. Ser y trabajar.

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