lunes, abril 18, 2005

Hay un delicado balance en el respeto que debe haber entre dos personas al momento de hacer el amor. Una falta de respeto se convierte en violación. Un exceso de respeto se convierte en monotonía.

Los amantes deben estar atentos a todas las señales y nunca deben dar por sentado lo que quiere el otro. Conforme aumenta la intimidad el respeto se va perdiendo y las fantasías florecen, pero no hay que correr. Hay que descubrir con paciencia hasta donde se puede llegar.

Fuera de los estereotipos hay hombres que por momentos quieren un poco de ternura y mujeres que por momentos quieren ser usadas. La fantasía es despojarse por un instante de lo que uno es cotidianamente, pero sin renunciar por completo a la esencia.

La magia esta en dejar al yo-despojado durmiendo en la cama hasta el próximo encuentro de pasión

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