domingo, mayo 08, 2005

Caen húmedas en mi boca, llenándola de un sabor metálico. Son lluvia suave, con granizo de piel y tejidos humanos.

Cierro los ojos, huelo el olor a quemado y tu silencio mortal.

Me divierto con este nuevo juego. Un explosivo en el vientre, apretar el botón y llenarse el rostro de ese líquido tan vital para ti como para mí.

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