viernes, mayo 27, 2005

Me dieron ganas de escribir así como cuando te dan ganas de llorar y no puedes contener las lágrimas.

No es bueno, ni malo, es solo una necesidad. Algo se me quiere escapar del alma y no sé que es, ni porque quiere salirse ahorita que tengo que trabajar y no puedo dedicarme a esto sin sentir un poco de culpa.

Si supiera que es lo habría escrito en una sola frase. Por ejemplo, "Quiero decir que estoy feliz" o "Quiero escribir sobre alguién" o "No tengo ganas de trabajar". Pero al no saber que es, debo soltar la mente y las muñecas con la esperanza de que aquello encuentre su camino al exterior.

La vida no está afuera. La vida está adentro justo allí donde se procesan los estímulos del exterior. Afuera es inmenso pero adentro es infinito. Afuera es el universo sin fronteras. Adentro el misterio del cuerpo imperfecto que contiene a la imaginación descubridora y creadora de millones de universos. Lo que sucede allá, no tiene sentido si no soy espectador y opino y siento. El universo es polvo de estrellas que inventó la vida para darse sentido. Porque sin espectadores, sin testigos ¿cual es el propósito?

Somos la razón del propósito del inifnito. Contenidos por nuestro planeta, la sociedad y nuestro cuerpo. A veces me siento encarcelado, pero lo que sucede es que veo hacia el lado equivocado de la reja. Afuera no sucede la historia. La verdadera historia sucede adentro.

Tengo miedo de darle la espalda a esos barrotes. Olvidarme de ti y de todos los demás para asomarme al otro lado. Me encuentro en la frontera y no se todavía hacia donde voy a caminar.

No hay comentarios.: